Para llegar a mi despacho tengo que atravesar un aula de informática, en la que
en ocasiones hay otro profesor impartiendo una clase. Si se da ese caso
intento pasar sin molestar, de la mejor manera que pueda. Hace un par de años volvía de clase cargado con algo de material manipulable (no recuerdo si eran cuerpos geométricos de madera, ábacos o si era otra cosa). Se estaba impartiendo clase, pero era un momento en el que los alumnos estaban realizando una actividad y permitió al profesor, compañero del Departamento, entablar una pequeña conversación. Cuando me vio cargado con el material, me preguntó en tono distendido qué hacía con todo aquello, a lo que le respondí que venía de clase. Su primera reacción fue reírse porque creía que estaba de broma, pero cuando empecé a explicarle que era un material que utilizaba en las clases para realizar actividades, entonces se dio cuenta de que no era una broma y me dijo algo como:
- ¡Ah!, ¿pero de verdad que utilizas esto en las clases?
Anécdota 2.
Esta es más reciente, concretamente sucedió ayer. Estábamos un compañero y yo colocando todo el material manipulable que hemos ido acumulando durante los últimos años en una estantería que se encuentra en uno de los pasillos del edificio. En esto que pasó una profesora del Departamento y en plan jocoso nos dijo una frase algo así como:
- ¿Qué hacéis? ¿Jugáis?
Minutos más tarde otro profesor del Departamento pasó y al vernos colocando todo aquel material se interesó con buena actitud por todo aquello. Mi compañero le explicó que era un material que utilizamos en las clases de magisterio, a lo que el profesor contestó algo parecido a:
- ¡Ah, muy bien! Así por lo menos están entretenidos.
En lugar de expresar mis reflexiones sobre las situaciones anteriores, prefiero que cada uno reflexione sobre ello y saque sus propias conclusiones, que siempre es más productivo. En cualquier caso, como reza ese dicho popular, la policía no es tonta, ve colillas y dice "aquí han fumado".
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