Justo es comenzar reconociendo el trabajo de quien dedicó gran parte de sus esfuerzos profesionales y personales a abrir brechas en témpanos de hielo. Pionero es el adjetivo para quien dio los primeros pasos en una actividad e inicia la exploración de nuevas tierras. Es cabal colocar en la vanguardia a quien se hallaba en primera posición, adelantado a los demás. Visionario fue quien poseyó una clara y acertada perspectiva de futuro.
Arduos debates en salas de reunión y charlas amistosas de despacho y pasillo, siempre con argumentos, protagonizó quien defendió a capa y espada lo que podríamos denominar una moderna y actualizada Didáctica de las Matemáticas, a pesar de toparse con algún levantador voluntario de muros imaginarios y otros amantes involuntarios de anteojeras que relegan a segunda o tercera categoría esta disciplina. Eterno amante y apasionado de la docencia, seguramente desde que ya siendo bien joven entraba en el aula de su madre, maestra de profesión.
Unos sentimientos hacia él que por mi parte no pueden ser otros que los de gratitud y afecto. Nunca sabemos qué hubiera pasado si en un momento determinado de nuestras vidas una bifurcación hubiera tomado el otro derrotero, pero supongo que es más que probable que yo no me encontrara donde me encuentro si por él no fuera. Por eso siempre lo consideraré como un padre en el terreno profesional y así se lo demostré con mi trabajo y ayuda y sin lugar a dudas así me sentí correspondido con su apoyo y siempre acertados consejos.
Muchísimos son los recuerdos de momentos compartidos que bombardean en estos momentos mi cabeza, uno de ellos es una frase que me dijo un día haciendo gala de su inseparable sentido del humor, antes de que yo saliera por la puerta de su despacho, que decía algo parecido a lo que sigue: “Las reuniones contigo son aburridas porque siempre estamos de acuerdo en todo.” Y es que siempre trabajábamos sobre los matices de las cuestiones, porque el fondo y las ideas importantes eran comunes.
En la vida se aprenden muchas cosas, una de ellas es que si no eres familiar ni amigo íntimo y no puedes contener la pena y tus lágrimas por su pérdida, eso significa que un trozo de tu corazón siempre pertenecerá a esa persona que de algún modo para ti fue y seguirá siendo especial. Desde aquí quiero transmitir mi más sentido pésame a sus familiares y amigos.
Jaume, descansa en paz.
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